02/09/2009

Peregrinación a Ceferino

Un enjambre de personas se arremolina alrededor de la imagen de madera de Ceferino Namuncurá, son las 11 de la mañana de un día lleno de sol y calor. Allí los fieles, que están desde temprano, tocan por turnos la efigie que tiene poco más de 20 años, pero que para todos se ha convertido […]

Un enjambre de personas se arremolina alrededor de la imagen de madera de Ceferino Namuncurá, son las 11 de la mañana de un día lleno de sol y calor. Allí los fieles, que están desde temprano, tocan por turnos la efigie que tiene poco más de 20 años, pero que para todos se ha convertido en la más acabada imagen del “indicieto milagroso”. O se aferran por un instante, casi eterno, al poncho que cubre “al lirio de la Patagonia”. Con el correr de las horas ese Ceferino de madera, se ha ido cubriendo de rosarios, papelitos con pedidos, medallas, y distintos objetos cargados de significados.

Esta postal de fe, esta diapositiva de fervor, se repetirá decenas de veces durante el día, y también hoy, cuando se celebren los actos centrales de la semana de la fe consagrada a Ceferino Namuncurá.

Conmueven, aún hasta a los más incrédulos, esos gestos de adoración y fe. Hay lágrimas, hay sonrisas, manos que se elevan al cielo, y ojos que miran más allá, que se posan en la escultura de madera y que trasmiten gratitud y esperanza. El grupo es tan heterogéneo como lo es la feligresía que adora a Ceferino: jóvenes, adultos, de todas las clases sociales y de distintos puntos del país. Los testimonios son tantos como la gente que rodea al “beato nativo”.

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El último día, de· la semana de la fe, comenzó muy temprano, pasadas las 7, cuando a la vera de la ruta nacional 22, en un explanada bajo los bardas, el lonco Jacinto Ñancufil -de la comunidad mapuche de Carmen de Patagones-· elevó sus rogativas,· al sol, al amanecer, al nuevo día.

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Del ritual, participaron más de 200 personas, se pidió por el trabajo, por el pan, por un mundo mejor. Al son de los cultrunes y la letanía de las trutrucas, se esparció yerba como tributo a la tierra

En el mismo lugar se congregaron -poco antes de las 9- miles de fieles que participaron de la 39 peregrinación hacia el parque Ceferiniano, llevando en andas la efigie de madera de Ceferino. A paso lento, entre cantos y rezos, la columna , llegó al santuario cerca de las 11, para allí fundirse con los fieles que traían la imagen de la virgen de Luján. .

Tras la misa central, cerca de las 13, los peregrinos se dirigieron al nuevo monumento a Ceferino, erigido en el parque, cerca del camino que lleva a la capilla donde este la imagen de madera. Allí esperaba el gobernador, Miguel Saiz, y una nutrida comitiva de funcionarios como así también el humorista, Luis Landriscina, devoto de Ceferino y muy seguido por la gente de Chimpay.
FUENTE: (AVM)