Patagones uno de los pueblos más pintorescos del extremo sur de la Provincia de Buenos Aires, a la vera del Río Negro,a pocos Km. de su desembocadura en el atlántico sur, el siete de Marzo inició los festejos de su victoria contra el imperio Brasileño.

Durante diez días, cuyas noches empalman con cada amanecer entre guitarras y algarabías populares, patagones revive su victoria. .

En 1827, Patagones era un caserío que apenas superaba a los 500 habitantes, donde convivían, no más de cuarenta milicias regulares, indios mansos, gauchos matreros y presos deportados por las más variadas razones, negros capturados por los corsarios, en las costas de Brasil y luego librados a su llegada a patagones, una nobleza pueblerina compuesta por hacendados, comerciantes y marinos extranjeros de los más diversos orígenes.

Año tras año Patagones, festeja su victoria contra el Imperio, no se lamenta por estar olvidada por la historia nacional, aquella fue una gesta patriótica, alcanzada por un pueblo que se defendió solo, con héroes talvez no tan prolijos para los libros oficiales, eran corsarios, negros, gauchos perseguidos, mujeres distinguidas y de las otras…

El espíritu y la algarabía de aquella gesta deambulan durante diez días y diez noches por las calles empinadas y pedregosas que trepan desde el río hasta la fiesta.

"> Patagones uno de los pueblos más pintorescos del extremo sur de la Provincia de Buenos Aires, a la vera del Río Negro,a pocos Km. de su desembocadura en el atlántico sur, el siete de Marzo inició los festejos de su victoria contra el imperio Brasileño.

Durante diez días, cuyas noches empalman con cada amanecer entre guitarras y algarabías populares, patagones revive su victoria. .

En 1827, Patagones era un caserío que apenas superaba a los 500 habitantes, donde convivían, no más de cuarenta milicias regulares, indios mansos, gauchos matreros y presos deportados por las más variadas razones, negros capturados por los corsarios, en las costas de Brasil y luego librados a su llegada a patagones, una nobleza pueblerina compuesta por hacendados, comerciantes y marinos extranjeros de los más diversos orígenes.

Año tras año Patagones, festeja su victoria contra el Imperio, no se lamenta por estar olvidada por la historia nacional, aquella fue una gesta patriótica, alcanzada por un pueblo que se defendió solo, con héroes talvez no tan prolijos para los libros oficiales, eran corsarios, negros, gauchos perseguidos, mujeres distinguidas y de las otras…

El espíritu y la algarabía de aquella gesta deambulan durante diez días y diez noches por las calles empinadas y pedregosas que trepan desde el río hasta la fiesta.

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17/03/2005

El día en que la Patagonia se vistió de Argentina

Patagones uno de los pueblos más pintorescos del extremo sur de la Provincia de Buenos Aires, a la vera del Río Negro,a pocos Km. de su desembocadura en el atlántico sur, el siete de Marzo inició los festejos de su victoria contra el imperio Brasileño.

Durante diez días, cuyas noches empalman con cada amanecer entre guitarras y algarabías populares, patagones revive su victoria. .

En 1827, Patagones era un caserío que apenas superaba a los 500 habitantes, donde convivían, no más de cuarenta milicias regulares, indios mansos, gauchos matreros y presos deportados por las más variadas razones, negros capturados por los corsarios, en las costas de Brasil y luego librados a su llegada a patagones, una nobleza pueblerina compuesta por hacendados, comerciantes y marinos extranjeros de los más diversos orígenes.

Año tras año Patagones, festeja su victoria contra el Imperio, no se lamenta por estar olvidada por la historia nacional, aquella fue una gesta patriótica, alcanzada por un pueblo que se defendió solo, con héroes talvez no tan prolijos para los libros oficiales, eran corsarios, negros, gauchos perseguidos, mujeres distinguidas y de las otras…

El espíritu y la algarabía de aquella gesta deambulan durante diez días y diez noches por las calles empinadas y pedregosas que trepan desde el río hasta la fiesta.

Como decía la historiadora local Emilia Nozzi, ” festejamos el día en que los habitantes de Patagones se bautizaron de argentinos “

Un poco de historia

La flota brasileña bloquea el puesto de Buenos Aires. Por esto lo corsarios buscan como refugio el puerto del Carmen, para desembarcar,sus botines de guerra, para descansar y para abastecerse de comestibles.. En Patagones circula el oro y muchos productos, como alimentos, muebles, vinos, telas, etc.

A lo largo de los años Portugal y España lucharon, con el fin de apoderase de la Banda Oriental, lo que es hoy la República Oriental del Uruguay.

Brasil y Argentina, en este sentido, remplazaron a las naciones Europeas, continuando la disputa.

El Imperio, Brasileño se apropió del territorio de la Banda Oriental en el año l817,

Argentina atravesaba una compleja etapa, por lo que no intentó diputarlo.

Pero en l825 El Congreso de la Florida del 25 de agosto reintegró el territorio oriental a las Provincias Unidas y le exigió a la Argentina intervenir en el asunto.

El imperio brasilero era una de las potencias navales más poderosas de la época, Argentina para equilibrar esta ofensiva, entrega patentes de corso, para hostigar el tráfico naval en las costas brasileras. Para esto los corsarios encuentran un refugio seguro en El fuerte del Carmen. Y hacia aquí se dirige la escuadra imperial al mando del capitán de fragata James Shepherd, con el objetivo eliminar “este nido de corsarios”.

El comandante del fuerte era el coronel Martín Lacarre ; ante la eminente invasión de la escuadra imperial, logra reclutar, entre los vecinos, un centenar hombre de infantería, unos ochenta gauchos de acaballo, un piquete de artillería, unos doscientos corsarios, y un grupo de negros voluntarios.

Lacarra, pone en movimiento su defensa y ordena al coronel Pereyra emplazar una batería en la desembocadura, y también que se adelantan otros capitanes corsarios,tales como Harris y Soulin.

Los medanos costeros son ocupados por la caballería.

El comandante Lacarra y personal subalterno se quedan en Patagones, Los pobladores en su mayoría mujeres, provistas de palos, usando gorros rojos y vestimenta de milicianos, tratanban de simular una poderosa retaguardia.

La primera nave en ingresar al río fue el Bergantín Escudería de la flota imperial, la artillería Maragata, entra en acción (así se los llama a los pobladores de Patagones). Sufre sus primeras bajas, y sus primeros héroes, son un oficial corsario y dos negros de infantería.

Ingresa luego otra embarcación, la corbeta Itaparica. Esta ataca al grupo defensor y enarbola la bandera del imperio.

Las baterías de la defensa, son desbordadas y cuando no les quedan ni provisiones ni pólvora, el coronel Pereyra ordena a sus hombres a retiras. El anecdotario popular cuenta , que los negros, enardecidos, no llevan a cabo la orden y no quieren dejar la batería; por lo que el coronel, se saca el cinto y a latigazos los obliga a hacerlo.

Se suman a la defensa los gauchos de Molina, (un reconocido baqueano indultado medio año atrás, sospechado de algunas andanzas promoviendo malones y saqueos entre los indios) y nueve cañones, aportados al fuerte, por una nave corsaria.

Fuertes vientos del sudoeste, alteran el oleaje en la desembocadura y quedan varada algunas naves de la escuadra imperial.

Las naves patriota, inicia sus movimientos de combate, estaba compuesta por naves corsarias como : La sumaca Bella flor, capitaneada por Bynón, el Oriental argentino, con Dautant, La emperatriz con Harris, y la chiquita con Soulin.

La caballería se ubica a una legua del Carmen, en Laguna Grande.

El siete de Marzo, a la madrugada, los brasileños desembarcan 400 infantes, intentando remontar por la margen norte del río, guiados por un negro, se pierden en el monte durante cuatro horas, y al llegar a las barrancas del río observan sorprendidos, las naves de los cosarios y en las murallas del fuerte una numerosa defensa, los negros y mujeres vestidos de milicianas simulaban una importante retaguardia.

Shepherd ordena a sus hombres que se retiren. En ese momento llega Olivera y su caballería, desde Laguna Grande, para insertase entre los invasores y el fuerte, e inicia la batalla.

Allí muere el comandante de la expedición, capitán Shepherd.

Olivera, arremete con su caballería e incendian los pajonales, los infantes brasileros, con la moral por el suelo retroceden, perseguidos, y hostigados de cerca por los gauchos de Molina. Perdidos en el monte y acorralados por el fuego, al terminar el día se rinden con la sola condición que les den un poco de agua.

La noticia llega al pueblo a través de un joven, Marcelino Crespo, el Mensajero de la Victoria, fue recibido con gritos de” viva la Patria”, ya se sentían Argentinos.

La escuadra patriota navega aguas abajo, hacia donde se ocultaban los veleros invasores, el capitán Eyre, que remplazaba a Shepherd, muerto en el cerro de la caballada, intenta una resistencia, pero ante la moral quebrada de sus hombres, decide rendirse, definitivamente.

Bynon y sus hombres trepan a las cubiertas imperiales. Se dirigen al mástil y bajan la bandera. Esta es un de las banderas, que como agradecimiento, a la virgen del Carmen los Maragatos, aún conservan como trofeo en la iglesia de Patagones.

Algunas naves de la escuadra brasileña intentan escapar y son perseguidas por la flota patriota, algunas de ellas, quedan de varadas en el río por la baja marea, son tomadas al abordaje, por los gauchos, que desde sus caballos trepan a cubierta.

Los festejos de la victoria, se prolongaron durante días. Los maragatos, olvidando sus más variados orígenes, empezaron a sentirse argentinos, y desde entonces cada 7 de marzo, y durante diez días reviven, aquella gesta, en donde todo un pueblo festeja, el día en que la patagonia se bautizo de Argentina.