05/08/2020

La hipocresía de Alberto Weretilneck

Mientras impuso en la provincia que gobernaba una representación desigual de los trabajadores para poder llevar adelante un ajuste histórico sobre los salarios, a los que rebajó en un 50% en dos años, el ex gobernador Alberto Weretilneck presenta ahora un proyecto para darle un ‘carácter federal’ al Consejo de la Magistratura y establecer “un equilibrio de representación que respete (…) la Constitución Nacional”. No hablamos aquí del proyecto de la Magistratura, sí tomamos esto como ejemplo de la desmesurada hipocresía política e institucional que sustenta a este ex mandatario de Río Negro

Alberto Weretilneck -en su evidente carencia de nobleza y honradez política, que va cambiando según con quien le conviene estar o lo que le conviene hacer, primero a nivel personal y luego del partido que creó (siempre y cuando le dé beneficios personales)- destaca ahora la importancia de establecer un ‘equilibrio de representatividad’ institucional en pos de cumplir con lo que marca nuestra Constitución Nacional, mientras impuso por decreto un aumento (al no ser aceptado por UPCN) y luego de eso cambió la Ley para ofrecer igual representatividad de los trabajadores, aunque un sindicato represente al 71% y otro al 29%. Comno siempre, disfrazó esa ilegalidad, diciendo que democratizaba la representatividad, aunque lo que hizo fue buscar un socio sindical, ponerlo en igualdad de condiciones de voto que el sindicato mayoritario para imponer el mega ajuste salarial que, mes a mes, fue reduciendo a la mitad los sueldos de los agentes de la Administración Pública de Río Negro. Sin declaración de emergencia económica, ya que eso lo pondría en un apriete para conseguir votos.
Desde la Mesa directiva de la UPCN remarcamos esta hipocresía del ex gobernador porque nos parece una estampa de como funciona su ‘política’, de como se mofa de la buena gente sin que se la caiga la cara de vergüenza, en este caso, decidiendo para unas cosas respetar la representatividad constitucional y para otras hacer como que no existe.
No nos cansaremos de decirlo, no nos cansaremos de reclamar y accionar en contra de gobiernos y gobernadores taimados, que piensan que los trabajadores y trabajadoras que hacemos el trabajo en el Estado somos esclavos, sin voz ni voto a la hora de hablar de nuestras problemáticas, nuestros salarios y nuestros derechos. Todos ninguneados a día de hoy por este gobierno, del igual signo partidario, que desde las bambalinas tiene manejando los hilos al propio Weretilneck.