28/03/2003

Para entender el proceso del cambio sindical

Con el advenimiento de la Segunda Revolución Industrial, se alteraron profundamente las relaciones de los trabajadores con los medios de producción y con los procesos productivos. El agricultor acostumbrado a seguir el proceso de la semilla desde la preparación del suelo hasta el cultivo, perdió la comprensión del proceso productivo y se transformó –con la […]

Con el advenimiento de la Segunda Revolución Industrial, se alteraron profundamente las relaciones de los trabajadores con los medios de producción y con los procesos productivos.

El agricultor acostumbrado a seguir el proceso de la semilla desde la preparación del suelo hasta el cultivo, perdió la comprensión del proceso productivo y se transformó –con la división del trabajo- en una parte de la máquina, en una etapa de la cadena de producción. Se especializó.

El trabajo asalariado en los grandes conglomerados fabriles dio lugar a la necesidad del agrupamiento, apareciendo los sindicatos por rama del trabajo, con sus luchas reivindicativas de horarios y condiciones de trabajo dignas. Más tarde las luchas salariales y por la seguridad social.

Con el tiempo se fue equilibrando –en muchos países- oferta y demanda laboral, de manera que la lucha sindical se fue orientando a la mejora de las condiciones del trabajo y la seguridad y servicios sociales, como el turismo social, la salud y la vivienda para los trabajadores.

La irrupción de lo que para muchos ya es la Tercera Revolución Industrial, con el salto tecnológico, la revolución en las comunicaciones, informática, nuevos materiales, biogenética y globalización financiera están produciendo en la actualidad un nuevo movimiento universal, que tiene aún el final abierto.

Sin embargo, ya se advierten algunas consecuencias características de los períodos de grandes transformaciones. Que el péndulo se aquiete en su loco movimiento y empiece a balancearse lentamente depende, en gran parte, de que sepamos leer la realidad y prever hacia dónde inclinamos nuestra energía para contrapesar los desbalances.

Los economistas enumeran el trabajo como uno de los factores de producción.

Pero para los trabajadores es mucho más. Por eso hablamos de empleo, es decir, trabajo como factor productivo y como rol social de identificación y dignificación. El factor social sumado al productivo. Eso es el empleo.

Hoy falta empleo y el trabajo pasó a ser un factor productivo de menor incidencia cada vez respecto, por ejemplo, del capital.

Cuál es hoy el rol social de los sindicatos? La lucha por la generación y sostenimiento del empleo.

Cuál es la primera condición para el empleo? La capacitación, la terminación del ciclo de educación formal, la formación laboral.

Cuál es, entonces, el rol del sindicalismo además de las luchas de siempre? La lucha para que los trabajadores accedan a sistemas de capacitación permanentes y flexibles, que les permita entender los cambios en los procesos productivos y formar parte de esos cambios de la manera más exitosa posible.

El Estado como empleador sufre una profunda crisis, y se debate en transformaciones y rediseños que en nuestra provincia están nacimiento casi al mismo tiempo que finalizan, provocados por la fuerte demanda de la sociedad y los titubeos políticos para encontrar los caminos a estos cambios.

UPCN ha tomado las banderas de esta reforma, que la sociedad reclama y ha puesto a los trabajadores estatales como protagonistas de estas trasformaciones, en una línea de coherencia con una nueva modalidad de encarar la tarea sindical.