28/10/2019

Terminó la campaña y queremos aumento salarial, no bonos

Los trabajadores de la Administración Pública de Río Negro ya tenemos elegido presidente, gobernadora e intendente que comenzarán sus mandatos en un mes y medio, pero lo que aún no tenemos son mejoras salariales para cobrar en noviembre; porque el sueldo del mes próximo no tendrá sumas fijas por única vez, ni bono, ni devolución […]

Los trabajadores de la Administración Pública de Río Negro ya tenemos elegido presidente, gobernadora e intendente que comenzarán sus mandatos en un mes y medio, pero lo que aún no tenemos son mejoras salariales para cobrar en noviembre; porque el sueldo del mes próximo no tendrá sumas fijas por única vez, ni bono, ni devolución de aportes personales, ni ningún parche de esos acordados por fuera de la Función Pública entre el gobernador Weretilneck y Aguiar, jugando con las necesidades de la gente durante la campaña proselitista.
El mes de noviembre será muy largo para los agentes de la Administración Pública.
En estos dos últimos años de gestión de Alberto Weretilneck, los sueldos de l@s trabajador@s del Poder Ejecutivo se distanciaron aún más de los salarios de los compañeros de los otros dos poderes, transformándose en sueldos de miseria para la gran mayoría de agentes que prestan servicios en el gobierno provincial y que venimos sufriendo casi 24 meses de ajuste salarial. Durante lo que llevamos de 2019, tuvimos apenas un 24% de incremento en contraposición a una inflación que superó ampliamente el 40%. Los bonos y sumas fijas son parches que no se siguen cobrando y por tanto no pueden considerarse porcentaje de aumento. En el 2020 tendremos que negociar salarios sin esos parches en la base de cálculo, sino sobre los porcentajes que realmente quedan en nuestros sueldos.
¡Los trabajadores públicos necesitamos aumentos verdaderos , no parches!
Desde este sindicato no nos equivocamos cuando decíamos que este gobernador le deja una provincia en llamas a la gobernadora electa, lo mismo que hizo cuando dejó la intendencia de Cipolletti. Y ya no puede acusarnos de que hacemos campaña, porque se terminaron los proselitismos del gobernador y la realidad de los trabajadores de su administración es lamentable. Y no solo los salarios, sino todo el sistema que solamente pregonó ‘modernización’ pero que se quedó en la grandilocuencia de esa palabra sin pasar a una modernización real. Este gobernador hizo proselitismo usando y abusando del aparato del Estado, con una campaña constante, mientras ajustó los salarios que actualmente están en más de un -50% (menos cincuenta) contando el rebajazo de dos años.
Por algo no ganò como pretendía. Tendrá que leer el mensaje que los trabajadores también le dieron en las urnas a este gobernador y asumir el desastre en que deja la provincia que es de todos.