El próximo 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y se realiza a nivel universal un reclamo por el pleno reconocimiento de la igualdad de género. Este movimiento traspasa las fronteras y se extiende a cuarenta países de todo el mundo que se harán eco de la resignificación de este día, otorgándole un tinte más cercano a la conmemoración que le dio origen y abordando de manera internacional una demanda de igualdad, que impregne a todos los estamentos sociales y las franjas etarias de las diversas culturas y sociedades del mundo.
La Secretaría de Igualdad de Oportunidades y Trato de la UPCN Seccional Río Negro, llama a todas las mujeres trabajadoras a plegarse a este reclamo a partir de las 09:00 y hasta las 11:00 del miércoles para las mujeres que trabajan por la mañana y de 14:00 a 16:00 para quienes trabajan por la tarde. El reclamo se convoca en modalidad ‘brazos caídos’ desde sus puestos de trabajo.
Invitamos a todas las compañeras a reunirse en diferentes lugares de sus oficinas y generar charlas y debates en torno a todas las problemáticas que nos afectan a las mujeres a partir de nuestra pertenencia al género femenino. La idea es poner a circular la necesidad de una sociedad más igualitaria, formar consciencia y colaborar en la tarea de sensibilización que desde cada lugar de trabajo podemos hacer como parte de este colectivo.
A los reclamos de igualdad a partir de las condiciones de género que inciden en diversos aspectos laborales y familiares, se suma el compromiso individual y colectivo de apoyo a la erradicación de la violencia machista que se cobra la vida de miles de mujeres en el mundo y al reclamo de un compromiso real y contundente del Estado en la eliminación de la trata.
En medios nacionales e internacionales se muestra este evento y la idea de empezar a resignificar el 8 de marzo como ‘uno de los eventos transfonterizos de reclamo y lucha más importantes de las últimas décadas’. Y esto es porque las condiciones de género y la desigualdad derivada de ello, son fenómenos universales, así como la violencia, el destrato y las muertes que la desigualdad social y cotidiana generan. Las mujeres debemos concientizarnos. También los hombres, los niños, las familias y la sociedad entera.
Abogamos porque este 8 de marzo sea diferente y una fecha que la historia reconozca como el germen de un reposicionamiento necesario, para que todos disfrutemos de una sociedad igualitaria y mejor.