El paseo reúne mucho de la esencia patagónica: montañas, bosques, apacibles valles e historia. Operadores turísticos de la región advierten interés en la famosa excursión turística.
El mundialmente famoso tren La Trochita ya tiene un servicio turístico regular en territorio rionegrino. Son 36 kilómetros de paisajes bellos hasta lo indescriptible, en la franja de transición entre la cordillera y la estepa patagónicos, que unen El Maitén (Chubut) con Ñorquinco (Río Negro). Los viajes comenzaron el 18 de enero y el del miércoles último, que fue el séptimo, depositó en la pequeña estación rionegrina cuatro vagones repletos con decenas de turistas. La frecuencia en alta temporada es miércoles y sábado y el compromiso de la provincia de Chubut es que en la baja continúe un día por semana o cada quince días.

Increíblemente, el gobierno de Río Negro no lo anunció ni organizó una bienvenida al primer contingente ni absolutamente nada. Tampoco el gobernador Miguel Saiz, que casualmente el miércoles estuvo en Ñorquinco para inaugurar obras, acudió al arribo del “Viejo expreso patagónico”.

Como fuere, a los viajeros poco les importa la diferencia de jurisdicciones provinciales en un trayecto sin desperdicios que discurre 5 kilómetros por Chubut y 31 por Río Negro. La nueva propuesta aunque reciente, ha tenido excelente acogida entre los operadores turísticos, sean de El Bolsón, Bariloche o el Paralelo 42. Es que el paseo reúne mucho de la esencia patagónica: montañas, bosques, apacibles valles sembrados e historia de la que dejó huellas profundas sobre durmientes de quebracho colorado.

La excursión guiada desde El Bolsón, con traslado ida y vuelta de El Maitén y el pasaje en La Trochita, se vende a $ 75 por persona. Además, los que operan el tren comentan que el nuevo trayecto hacia Ñorquinco es más atractivo que el que se realizaba únicamente hasta el desvío Thomae, en territorio chubutense, que de todos modos se continúa haciendo. Lo explica Fernando Ataide, quien es el coordinador de La Trochita en El Maitén, al referir que las vías transitan por sectores con varias curvas que hacen muy interesante el viaje. Se avistan por ejemplo lagunas, rocas de formas caprichosas y elevaciones antiguas, contrastantes con la más lejana cordillera andina. Un puente importante sobre el río Chubut y varios pasos a nivel donde la pequeña locomotora a vapor Baldwin (1922, EE. UU.) pone a silbar sus alertas, para sorpresa y deleite de los pasajeros. Desde el camino de ripio, ocasionales automovilistas o paisanos de a caballo saludan invariablemente embelesados al convoy cuyo rastro de humo hace sombra movediza sobre matas de neneo y paja brava. El aire puro parece que acaricia los pulmones.

En Ñorquinco hay construcciones ferroviarias de época que se proyectan restaurar para que sirvan de asiento a artesanos. A la minúscula estación, a cinco kilómetros del pueblo, lugareños han comenzado a arrimarse, a ofrecer tímidamente tortas fritas, bizcochuelos y frascos de dulce casero. Una zorra de ferrocarril, impulsada por un viejo motor de Citroën, sigue varios metros atrás al furgón de cola, donde el jacobacino Jorge Bianchi explica el porqué. En el pequeño vehículo van el encargado de ese tramo de vía, don Bernardo Antieco, y dos brigadistas de Bosques y Parques de Chubut, en prevención de que combustible ardiente derramado o colillas puedan causar un incendio de campos. La zorra también puede ser contratada para efectuar viajes charter con contingentes reducidos de turistas.

El regreso a El Maitén, donde justo este fin de semana se celebra la XII Fiesta Nacional del Tren a Vapor (ver Guía del Ocio en esta edición), depara nuevas sorpresas.

El Museo Ferroviario, acondicionado en un edificio de la época, exhibe fotografías, uniformes de los trabajadores del riel, objetos como farolas y señales, los elementos del telégrafo… durmientes, rieles y clavos. Por último los talleres, por cierto históricos, donde actualmente se realizan todas las reparaciones de las cuatro locomotoras en uso y los vagones. Maquinaria que también es única en el país sirve para el diseño, torneado y fresado artesanal de cada pieza que debe reemplazarse.

El viaje ha terminado con un largo pitido final.

Sin bienvenida ni festejos

El primer viaje turístico regular de La Trochita en territorio rionegrino no mereció ninguna bienvenida ni preparativo o festejo. En Ñorquinco, los vecinos están tristes porque no hubo un acto ni nada. Interrogado al respecto el secretario de Turismo de Río Negro, Omar Contreras, indicó desde Bariloche que “seguramente lo vamos a hacer durante las primeras semanas de marzo porque es lo que hemos hablado con la gente de Sefepa”.

–Pero cuando tienen una noticia buena, no la aprovechan –se le hizo notar.

–Es que me acabo de enterar por usted… tengo que reconocerlo. Hoy a la mañana hablé con Yamil Direne (de Tren Patagónico) sobre este tema y me dijo: ‘Estamos arrancando todas las semanas en temporada alta y después durante el año lo vamos a mantener cada quince días.

–El de ayer (por el miércoles) ya era el séptimo viaje, lleno de turistas.

–Sí, sí seguro… bueno, le agradezco que me haya informado esto porque además todavía está Yamil Direne acá, voy a charlar con él ahora. Le confieso que estoy sorprendido.

Tampoco el intendente de Ñorquinco fue a recibir a turistas argentinos y extranjeros que comenzaron a llegar, curiosos, a un destino que carece del tradicional cartel que suele estar a orillas de las vías en las estaciones. José Musa, se disculpó porque dijo que estuvo de viaje. El hombre no ha podido cumplir con el compromiso adquirido con Chubut de construir un triángulo derivador para que la locomotora pueda dar la vuelta. Por eso, la máquina debe enganchar la formación y hacer el camino de regreso a El Maitén marcha atrás, lo cual le resta poder de tracción.

–¿Turismo provincial le ayudó con algo? –se le preguntó.

–No, todo con esfuerzo municipal… porque no sé si usted se acuerda que hace 6 o 7 años presenté un proyecto en Viedma, en la Legislatura, está aprobado, pero como es cabecera Jacobacci, no nos quieren dar a nosotros para este lado todavía.

–¿Y eso qué tiene que ver?

–Y usted sabe que a veces el pez grande se come al chico….