La Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó el planteo de los violentos y el Superior Tribunal de Justicia de la provincia revocó la sentencia por la cual los perdedores en las urnas (Oscar Cader y otros) no pueden ser querellantes. Finalmente triunfó la verdad.
Luego de que la Agrupación SER-UPCN ganara la elección del 29 de mayo de 2014, los derrotados iniciaron la judicialización del sindicalismo. Buscaron y tuvieron apoyo económico para su campaña con fondos de las arcas de otros gremios que solventaron una campaña donde no faltó la mentira, la descalificación y el insulto a nuestros dirigentes y simpatizantes, con la complicidad de algunos medios de prensa que instigaron ese macabro juego. No participaron del escrutinio porque estaban arrojando piedras contra nuestra sede y agrediendo a los veedores del Ministerio de Trabajo de Nación. Prendieron fuego la bandera de la provincia e hicieron destrozos en algunas de nuestras delegaciones.
Utilizaron todo lo que estuvo a su alcance para agraviarnos con sus mentiras y engañar a la masa de afiliados, porque no quisieron reconocer la victoria de Juan Carlos Scalesi y Mirta Figueroa en las urnas. Fueron ante la Jueza y Fiscal Federal de Viedma, y nos denunciaron penalmente por el proceso electoral. Les archivaron la denuncia.
Fueron a la justicia provincial con las mismas mentiras. Les rechazaron la denuncia el Ministerio Público Fiscal y el Juzgado de Instrucción.
Recurrieron ante la Junta Electoral Nacional de la UPCN y les rechazaron el planteo por carecer de pruebas. Llegaron al Ministerio de Trabajo de la Nación y este organismo nacional les rechazo el recurso. Tuvieron la complicidad de quien impidió proclamar nuestro triunfo y de que nuestras autoridades pudieran asumiera por dos años.
Renunciaron a la UPCN de Río Negro para construir un nuevo sindicato.
Como todo lo anterior no les alcanzó inventaron una denuncia penal acusando a Juan Carlos Scalesi y a Rubén Pereira de haber robado un millón de pesos al gremio. La Cámara del Crimen anuló la actuación de un juez hoy sometido a un proceso de destitución.
Finalmente, en sendos fallos notificados en las últimas 48 horas, la justicia federal y provincial pusieron las cosas en su orden.
En primer lugar la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo rechazó el planteo de los violentos y no hizo lugar a los planteos injustificados de nuestros circunstanciales adversarios. En el fallo llamó la atención de las autoridades judiciales que quienes activaron el proceso judicial hayan renunciado a la entidad sindical para formar otra asociación, cuestión que ya habíamos planteo en Viedma, pero la complicidad es arbitraria, no administra justicia.
Por su parte, el Superior Tribunal de Justicia de la provincia revocó la sentencia por la cual los perdedores en las urnas (Oscar Cader y otros) no pueden ser querellantes.
Nada de estos desafortunados intentos desestabilizadores nos detuvo. La actividad gremial no se paralizó. Seguimos trabajando y alcanzando grandes logros. Negociamos salarios y un pase a planta para 5000 trabajadores, la recuperación del pago de zona desfavorable, de la antigüedad y mejores jubilaciones. Seguimos ofreciendo todos los servicios y beneficios al afiliado, organizando acciones gremiales, solidarias, de igualdad y culturales. Compramos y ampliamos sedes y, a pesar de la enorme campaña de falsedades, aumentaron las afiliaciones a nuestro gremio. La verdad triunfa y nos pone muy contentos. La justicia llegó a las máximas instancias y se demostró que las personas que conformamos la conducción de UPCN estamos legitimados por el voto de las urnas. El tiempo nos ha dado la razón en todo.
Quedó demostrado que con metodologías desestabilizadoras y con artimañas tramposas intentaron utilizar a la justicia para tomar este gremio. Pero su deslealtad y canalladas tuvieron el límite que impone la ley y llegamos hasta la última consecuencia: la victoria de la organización SER UPCN, la victoria de la verdad, la victoria de las urnas y de la democracia gremial limpia. LA VICTORIA DE UPCN-RIO NEGRO.