09/10/2020

El gobierno pretende tapar su desmanejo financiero culpando a los salarios

Después de de dos años y medio de recortes en nuestros sueldos, hoy a la gobernadora solo se le ocurre decir que “no va a quebrar para pagar salarios”. Nos preguntamos ¿Ni aun rebajando a menos de la mitad nuestros salarios -como vienen haciéndolo antes Weretilneck y ahora usted- puede el gobierno llevar adelante las finanzas? ¿Que más necesita de los trabajadores? ¿Quiere que trabajemos gratis?

Usted, señora, afirma semejante falacia a la ciudadanía mientras gasta dinero público en inmensas y constantes campañas partidarias, imponiendo agendas periodísticas (publicitarias) y en toda la ‘imagen’ de un gobierno cuyo ‘color oficial’ está unificado al de su partido: ‘Juntos’ y en perpetua campaña política con el dinero del Estado. ¿Será que necesita el dinero de nuestros salarios para seguir financiando esa campaña infinita? ¿Cuál es la ética que le rige a usted y su gobierno a la hora de ofrecer salarios?
Juntos, con el ex gobernador Weretilneck, ya nos rebajaron los sueldos en un 62% y quieren seguir vendiéndonos mentiras. No es culpa de los salarios su crisis financiera. No intente desviar el tema. Evite ese discurso engañoso que usa intentando poner a la población en contra de nuestros justos reclamos de clase trabajadora.
El gobierno defiende con patrañas su indignante política salarial sacando porcentajes falsos y diciendo que aumenta más que Nación, olvidándose, ‘casualmente’, que los salarios nacionales son en blanco y que la diferencia en los básicos (desde donde se calculan horas extras, guardias; zona; antigüedad, etc.) es del 600% (un básico inicial en Río Negro $3.698, un básico inicial en agentes nacionales $23.758).
Lo que pedimos los trabajadores y trabajadoras del Poder Ejecutivo de Río Negro es tener un salario digno, acorde al costo de vida, no quebrar a la provincia. El gobierno debería ocuparse de administrar mejor lo que recibe, eliminar sus campañas partidarias a costa de las arcas provinciales y transparentar las cuentas públicas, para que todos los ciudadanos veamos claramente como distribuye el presupuesto en una provincia que, evidentemente, tiene serias deficiencias de inversión en lo público con hospitales notoriamente desmejorados; edificios en condiciones precarias; falta de insumos constantes en todos los ámbitos; etc.
Ayer, en Viedma, localidades y hasta en parajes, compañeros y compañeras salimos para que nos escuche, porque este gobierno, junto a un puñado de dirigentes de su gremio socio, toman decisiones sobre nuestras vidas sin escuchar a lo que le decimos la mayoría de trabajadores y trabajadoras. Y encima de todo eso, pretende meter miedo con amenazas de descuento y toda una estructura para amedrentarnos y evitar lo inevitable si sigue con esta política salarial neoliberal, de ajuste y apriete.
Los salarios no son un ‘gasto’, son una contraprestación por servicios que brindamos a diario en hospitales, oficinas, escuelas. Aun arriesgando la salud, porque su administración no nos brinda espacios con garantía de seguridad e higiene.
UPCN no inventa señora gobernadora. La realidad es que los salarios de los trabajadores y trabajadoras de la Administración Pública están reducidos a menos de la mitad y nuestra situación personal y familiar es CRÍTICA. La realidad es que estamos todas y todos los agentes públicos de su gobierno cansados de tanto agravio y humillación.