27/11/2019

Los agentes públicos rionegrinos acumulamos en dos años una reduccion salarial cercana al -50%

Los salarios de noviembre vendrán con un 3% aplicado al sueldo de enero, una miseria y una vergüenza para un gobernador que se ‘enorgullece’ de su estrategia de política gremial, mientras transformó el empleo público en mano de obra barata y a quienes le cuestionan esta injusticia, en sus enemigos.

El gobernador saliente se jacta entre su ‘tropa’ del ‘diseño pragmático’ que pergeñó en la relación con los gremios y de como esto le permitió mantener la ‘paz social’ a pesar de los históricos ajustes aplicados sobre el salario de los empleados públicos rionegrinos. Ajustes que ningún otro gobierno democrático se atrevió a llevar adelante sin declararse en emergencia.

Más allá de todos los porcentajes que evidencian la perversa estrategia de Alberto Weretilneck, los agentes públicos de esta provincia sufrimos en el día a día la tremenda crisis salarial a la que nos llevó , aunque en su circulo político se enorgullezca de su ‘diseño exitoso’ para lograr imponer los ajustes, hasta con la aprobación de algunos de los gremios de los estatales .
Con un salario reducido a la mitad de lo que deberíamos estar percibiendo según los índices inflacionarios -inclusive los marcados por el propio gobierno provincial- la gran mayoría de trabajadores de la Administración Pública se encuentra lleno de deudas para poder cubrir gastos elementales de su familia. Sin ir más lejos, en el período enero/octubre 2019, las estadísticas del propio gobierno señalan una inflación del 44,7% y en el mismo período otorgó a los salarios un 24% (¡ni con el 3% de noviembre, el 3% de diciembre y el 4% a cobrar en febrero que propone llegamos siquiera a la inflación de octubre!!) y a esto debemos sumarle el -30% (menos treinta) que nos quitó en 2018, considerando además que esta provincia es una de las más caras, por lo que no puede comparar nuestros salarios con los de otras zonas del país.
Alberto Weretilneck será recordado por más de 30.000 agentes públicos de esta provincia como el gobernador que ‘diseñó’ su estrategia política ajustando las finanzas a través de los salarios y también -y a su vez-, endeudando a la provincia como nadie. Él se va a un cómodo sillón del Senado, después de haber hecho política a costa del Estado, usando incluso el color partidario como ‘color’ oficial del gobierno, confundiendo a la ciudadanía en los mensajes Estado/partido, haciendo propaganda política y ‘trabajando’ su imagen a costa del Estado; dejándonos una bomba económica y financiera a todos los ciudadanos rionegrinos, por la deuda contraída y la caótica situación salarial de los agentes.
Los salarios de noviembre vendrán con un 3% aplicado al sueldo de enero, una miseria y una vergüenza para un gobernador que se ‘enorgullece’ de su estrategia de política gremial, mientras transformó el empleo público en mano de obra barata y a quienes le cuestionan esta injusticia, en sus enemigos. Hoy Río Negro tiene la mano de obra más barata -históricamente- prestando y llevando adelante día a día los servicios públicos del Estado.