El gobierno al mando de Weretilneck parece menospreciar la capacidad de análisis de los agentes del Poder Ejecutivo, ofreciendo discursos y acciones de campaña para su molino político sin buscar soluciones reales a los problemas -muchos de ellos acuciantes- que estamos viviendo l@s trabajador@s.
Por un lado, pretende hacernos creer que el bono depositado unos días antes de las elecciones representa un porcentaje del salario. Por otro, como si fuera un evento y no una obligacion de seguridad e higiene laboral, otra vez unos días antes de las urnas, organiza ¡un acto!.. para entregar carros de limpieza a los porteros.
Al gobernador parece importarle más la foto y el titular de campaña politica que las urgencias por las que pasan los compañeros de las escuelas, que en su mayoria ganan poco mas de 20 mil pesos, están endeudados a más no poder y no llegan a mitad de mes.
El desfasaje entre lo que cobramos y el aumento del costo de vida sigue, por segundo año consecutivo, ampliando la brecha entre salarios e inflación y el bono cobrado es apenas un paliativo coyuntural. Para llegar a diciembre y al menos cubriendo la mínima de inflación prevista (el 55% que anunció el Banco Central, pero que todos los pronósticos dicen que será superada ampliamente) deberíamos recibir un 31% de aumento.
Los trabajadores de la Administración Pública rionegrina necesitamos que, de manera urgente, el gobernador Weretilneck escuche los reclamos, porque sin escucha no hay diálogo posible.